La pegada uruguaya elimina a Corea

URUGUAY 2-1 COREA DEL SUR

Uno de los partidos más atractivos de los vistos hasta ahora, es una lástima que Corea del Sur se tenga que despedir del Mundial con el fútbol vertical y alegre que han mostrado en estos cuatro partidos. Uruguay se encomendó a su poder ofensivo y le llegó justito para eliminar al combinado asiático, que volcó el campo en la segunda parte y casi arrasa a los charrúas. Uruguay ya está en cuartos de final y no hay que olvidar que tiene dos mundiales en su curriculum.

A los 8 minutos Luis Suárez adelantó a los suyos aprovechando el fallo del guardameta coreano Jung Sung Ryong, centro de Forlán que mide mal el cancerbero y Suárez no perdonaba. Muy favorable se ponía el partido para Uruguay, cuya propuesta se basa en el tridente ofensivo y el resto de jugadores a defender su portería, por delante en el marcador contaba con espacios para armar contragolpes letales. Un fuera de juego que dejaba sólo a Suárez otra vez y una mano dentro del área coreana no pitada por el árbitro fueron dos de las oportunidades más favorables para Uruguay en la primera mitad.

Sin embargo cambió el guión tras la reanudación, Corea del Sur salió convencida de remontar y se hizo con el control absoluto del balón, pero Park Chu-Young no encontraba puerta (lo más destacado fue su lanzamiento al palo en una falta a los pocos minutos del partido), afortunadamente para los coreanos, una falta despejada hacia arriba por un defensor uruguayo propicia la mala salida de Muslera y Lee Chung Yong está más hábil que la defensa para aprovechar la confusión y rematar de cabeza estableciendo el empate. Corea quiso más pero la falta de puntería los condenó, como declararía al término del encuentro su míster, Huh Jung-Moo.

Con el empate, Tabárez buscó reaccionar y mandó al césped a Nicolás Lodeiro, en un buen gesto que demostraba su perdón al jóven jugador del Ajax tras su absurda expulsión en el primer encuentro contra Francia. A falta de diez minutos volvió a decidir el talento de Luis Suárez, que recogió el esférico en el vértice del área, comenzó a centrarse y se sacó un lanzamiento que describió una parábola hacia el fondo de la portería. Un golazo muy del estilo de Arjen Robben, pero con la pierna derecha. Corea tuvo el empate, pero fue muy inocente ante Muslera.