miércoles, 19 de mayo de 2010

La Copa se puso el sombrero

El Sevilla lució el sombrero de su presidente para celebrar el triunfo en la Copa del Rey tras vencer al Atlético en el Nou Camp por 2-0. Un título que llega con un hombre de la casa en el banquillo, Antonio Álvarez subió para rescatar al equipo y aporta un trofeo a las vitrinas del Pizjuán. Los colchoneros comprobaron como del cielo al infierno hay sólo un paso. Los 50000 atléticos desplazados a Barcelona volvieron con decepción pero arropando a su equipo a pesar del resultado.

Desde el principio pudo notarse que no se trataba de una típica final. Los dos equipos comenzaron sin medirse, mostrando sus cartas en la primera jugada, el Sevilla con las internadas de Navas por banda derecha y el Atlético con la habilidad ofensiva de Agüero y Forlán.

Y el Sevilla golpeó primero, contragolpe dirigido por Navas y el balón dividido que llega a la frontal para que Diego Capel lo aloje en el fondo de las mallas de De Gea con un zurdazo imparable. Efectividad 100%. Sin embargo, lejos de acobardarse, la afición colchonera espoleó a los suyos y a punto estuvieron de conseguir el empate, pero sus dos remates a bocajarro fueron interceptados por Squillaci en línea de gol. Fueron diez minutos de derroche futbolístico.

A partir de ahí el juego se volvió más espeso y cargado de faltas. Sólo un fallo de Perea en la recepción devolvió la emoción. El Atlético lo intentaba pero no contaba con la inspiración del Forlán de las grandes citas. Con más ímpetu pero menor acierto el conjunto rojiblanco se marchó a los vestuarios por debajo en el marcador. El protagonista del encuentro hasta el momento, Diego Capel, sonreía con satisfacción.

La segunda mitad siguió con el mismo guión, el Atlético volcado en ataque en busca del empate. Tiago apareció en el encuentro con un disparo desde fuera del área que Palop despejó con dificultad. El riesgo atlético llegó en los contragolpes andaluces, un magistral control y posterior taconazo de Kanouté dejó sólo a Negredo frente a De Gea, el vallecano intentó asegurar golpeando fuerte pero su remate salió centrado y el joven cancerbero mantuvo a su equipo con opciones. Quique Sánchez Flores se desesperaba y decidió mover su banquillo dando entrada a Raúl García y Jurado, talismán en los encuentros decisivos.

El teatro de Diego Capel formó una tangana en la que estuvieron involucrados todos los participantes, entrenadores incluidos. Cuando volvió el fútbol el Atlético tuvo en el empate en las botas de Forlán pero Palop realizó una excelente parada. Con los colchoneros volcados, un contragolpe de Jesús Navas en el tiempo de descuento certificó la Copa del Rey para el Sevilla tras deshacerse de De Gea. El doblete no fue posible.

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