El triunfo de lo evidente

Por segunda vez consecutiva y haciendo historia, el Fútbol Club Barcelona silenció el Bernabeu y puso tierra de por medio a una Liga que comienza a teñirse blaugrana. Messi y Pedro demostraron la diferencia entre un estilo de juego depurado con un estratega como Guardiola al frente, y un fútbol improvisado basado en la inspiración de sus estrellas mientras su entrenador se deshace en un banquillo que comienza a resultarle incómodo.

El clásico más importante de la temporada no fue brillante y aún así acabó por esclarecer el título. Bastó una primera parte insulsa en la que ambos equipos no arriesgaron para que una genialidad de Xavi y la habilidad para definir de Messi pusieran el 0-1 en el marcador al finalizar los primeros 45 minutos. Ese tanto hundió al Madrid. Los madridistas habían estado ordenados, juntando sus dos lineas defensivas y aún así, en la primera ocasión barcelonista ya iban por detrás en el marcador. Cristiano Ronaldo se desesperaba ante la contundencia de Piqué, imperial durante todo el encuentro, y de Higuaín no había noticias, directamente no estuvo en el partido.

La segunda parte se presentaba propicia para el juego catalán y así fue, Pellegrini adelantó las lineas en busca del empate y con espacios la visión de Xavi resultó definitiva. Tras dos amagos, Pedro desorientó a Arbeloa para que Xavi le ofreciera otro magistral pase adelantado que el canario acabó alojando en la porteria de un Casillas que maldecia a su defensa. Dos ocasiones de gol, dos goles, el Barcelona demostraba al Madrid que le ganaba con su propia medicina, la efectividad.

Hace años, siempre pensaba que la diferencia entre el Madrid y el Barcelona estaba en la porteria, la seguridad de Casillas daba a los merengues un plus de confianza que Victor Valdés no era capaz de ofrecer. Pero a día de hoy, esto también ha cambiado. Valdés había estado inédito durante todo el encuentro hasta que Van der Vaart se plantó sólo frente a él y el guardameta le paró el balón con su rodilla acabando con toda esperanza blanca de remontada. Pellegrini había 'quemado' la última carta que le quedaba, Guti ya estaba en el campo y ni de esa forma conseguia crear ocasiones claras de gol. El chileno dio entrada a Raúl en el campo en busca de la gloria perdida y el Barcelona seguia encarando a Casillas en busca de otra goleada de las que hacen época. Para terminar de enfadar al Bernabeu, Higuaín se marchó para que Benzema saltase al césped, algo que no sentó bien a la afición a pesar de que el argentino no aportó absolutamente nada en los más de 80 minutos que disputó. No es que Benzema ofreciera mucho más, ya que aparte de estorbar a Raúl en una ocasión, realizó un remate de cabeza que se marchó cerca del palo cuando el partido ya expiraba.

En definitiva, no fue el 2-6 del año pasado pero la sensación de superioridad blaugrana fue similar. Guardiola leyó mejor el encuentro y buscó soluciones a la presión madridista, su único error fue el experimento de Dani Alves tan adelantado que tuvo al brasileño desaparecido toda la primera mitad. A pesar de esto, Xavi se hizo eterno y demostró, una vez más, que compararlo con Guti o Xabi Alonso, ahora mismo, es una locura.

Con 21 puntos en liza, el Barcelona afronta un final de temporada con dos títulos en juego y el Real Madrid intentará 'maquillar' el año con victorias abultadas que oculten las verdaderas carencias del equipo madrileño. Florentino habrá aprendido la lección, menos artilleros y más arquitectos para la campaña 2010/2011.